Después de pasar varios meses confinados sin poder coger la moto, quise aprovechar 3 días que tenía disponible para hacer una escapada y volver a disfrutar de la moto. Con tan pocos días, evalúe diferentes opciones que tenía en mente como era hacer parte del Camino del Cid, la Ruta de la plata o la Ruta por los faros del Cantábrico. Todos estas opciones me llevarían más de los 3 días que tenía disponible, así que buscando más opciones encontré que el gobierno de La Rioja había diseñado una ruta señalizada para recorrer los 3 valles que forman la Sierra de Cameros. 

La ruta de los 3 valles consta de 190 kilómetros y 1303 curvas, así que me sirve de base para diseñar una ruta para recorrer en los 3 días que tenía disponibles. A esta ruta se me une mi amigo y compañero de trabajo Alberto, y la idea es ir acercarnos a la sierra de Cameros por carreteras comarcales en el primer día para posteriormente recorrerla en los días sucesivos. 

Alberto y yo quedamos en la gasolinera de Cepsa en Guadalajara para iniciar la ruta desde ahí, con la ida de dirigirnos hacia los pueblos de arquitectura negra de Guadalajara, más concretamente hacia Tamajón y Valverde de los Arroyos.




El día amanece despejado y apunta a que el día va ser caluroso, nos dirigimos a Hita por la CM-1003 disfrutando del trayecto con poco tráfico, para posteriormente dirigirnos a Copernal y Espinosa de Henares por la GU-150. 

Nos vamos acercando los pueblos de la arquitectura negra, donde vamos notando como el entorno va cambiando apareciendo las sabinas, enebros y las encinas. Nuestra primera parada la realizamos en pasado Tamajón en la Ermita de Nuestra Señora de los Enebrales.




A pesar de ser domingo, no se ve mucho movimiento motero lo cual me hace pensar si es debido a que es Julio o es el dichoso Covid que hace que la gente tenga miedo a reunirse.

Después de desayunar en Valverde de los Arroyos, proseguimos la ruta en dirección de Umbralejo.  Pasado Umbrales nos dirigimos a Galve de Sorbe por la CM-1006, carretera sinuosa  y divertida, donde comprobamos como el paisaje se va transformándose de una vegetación frondosa de Pinares a un paisaje de cultivos. Si a esto el sumamos que vamos acercándonos al mediodía, el calor empieza a ser palpable. Cuando llegamos a Burgos de Osma al mediodía el calor ya es insoportable, así que decidimos parar para comer y refrescarnos.

Después de comer y descansar nos dirigimos a la villa medieval de Ucero con la idea de visitar el Parque Natural del Cañón del Río Lobos. Pero antes de acceder al parque visitamos el castillo, que data  del siglo XII, y desde el cual se puede contemplar el cañón.  




Recorremos el cañón disfrutando de la belleza de la naturaleza que ha sido capaz de labrar, así como de los buitres que anidan en las rocas. Intentamos buscar la sombra de los chopos que protegen el cauce del rio hasta llegar a la ermita templaria de San Bartolomé.





Terminada la visita la parque nos dirigimos al mirador de la Galiana para disfrutar de las vistas que nos ofrece del cañón.



Si darnos cuenta ya nos encontramos en Soria, y cerca del alojamiento que habíamos reservado en Salduero. Pero antes queremos visitar las lagunas de Neila, en pleno corazón de la sierra de la Demanda, para lo cual nos dirigimos a S. Leonardo de Yagüe y después tomar la SO-P-6002 hasta llegar el mirador de San Francisco.



Ya son casi las 20:00 el día ha sido intenso, así que nos dirigimos al Hostal Las Nieves en Salduero, con ganas de ducharnos y cenar. La elección del hotel es todo un acierto, es sencillo pero esta bien situado y las camas cómodas.



 

Al día siguiente, antes de desayunar, aprovecho a dar un paseo por el pueblo de Salduero y descubrir lo que no pudimos valorar por la noche. Salduero es un pueblo precioso pegado al rio Duero, que en el 2017 fue nombrado el pueblo más bonito de Castilla y León. 







Después de desayunar iniciamos la ruta especifica de los 3 valles, aunque algo modificada a como propone el gobierno de la Rioja. Primeramente nos dirigimos hacia el paraje natural de La laguna Negra para visitarlo, aunque por desgracia nos encontramos que el acceso esta cerrado. 

Así que con las mismas nos volvemos y nos dirigimos por la carretera SO-830 hacia Montenegro de Cameros cruzando el puerto de Las Nieves. Espectacular puerto que aunque estaba en obras y no pudimos gozar como nos hubiera gustado, sus vistas de la Sierra Cebollera eran espectaculares.







Seguimos nuestro viaje por la LR-333 en dirección Villoslada de Cameros, carretera estrecha entre pinares. Cuando nos cruzamos con la N-111 nos dirigimos al puerto de pinares donde paramos a disfrutar de las vistas. Nuestro siguiente objetivo es el pueblo de Yanguas, declarado como unos de los pueblos más bonitos de España. 






Después de visitar el pueblo proseguimos el viaje dirección a Munilla con la intención de coger la LR-261, pero cuando llegamos nos encontramos la desviación a dicha carretera. Ya son las 13:00, hace calor, así que decidimos volver por nuestros pasos y dirigirnos a Arnedo para comer y refrescarnos un poco.

En la comida, analizando la ruta, nos damos cuenta que la carretera LR-261 está sin asfaltar y aunque podríamos haber ido con nuestras motos, ya es tarde teniendo en cuenta lo que nos quedaba de ruta para llevar al Monasterio de Valvanera, donde teníamos reservado el hotel.
 
Después de comer, seguimos hacia El Villar de Arnedo donde nos espera una desagradable sorpresa, a pesar de los avisos de diferentes coches avisando de un posible control de la Guardia Civil. Justo saliendo de El Villar de Arnedo me cazaron, aunque en honor a la verdad hay que decir que había una señal indicando el control.

En fin, a pesar del disgusto por la multa proseguimos el viaje con un sol de justicia, hacia el valle del rio Leza. Este valle se inicia pasado Ribafrecha, y lo atraviesa la carretera LR-461 con muy buen asfalto y unas vistas del valle son impresionantes. Según te adentras en él se hace mas estrello, donde puedes ver volar los buitres sobre tu cabeza y merece la pena para en el mirador Del Cañón para disfrutar de las vistas.






Son las 16:00, estamos sin agua y el calor nos esta deshidratando, y no nos deja disfrutar todo lo que nos gustaría de la ruta. Pasan los kilómetros y vamos pegados al río Leza y no dejo de mirarlo y no dejo de pensar que a gusto estaría bañándome en él. En un momento dado pienso, ¿y porque no?. Así que a la altura de San Román Cameros veo que hay un buen acceso al río  y paramos y le propongo a mi amigo Alberto ¿nos bañamos?, pues dicho y hecho.




Después, de refrescarnos retomamos el viaje con otro animo para afrontar el puerto de La Rasa que debemos coger en Jalón de Cameros para pasar al valle de Iregua. El puerto de la Rasa no tiene un firme muy bueno pero las vistas son preciosas.






La tarde va avanzando y pasamos por Ortigosa de Cameros y Brieva de Cameros, en dirección al Monasterio Valvanera. La situación del monasterio es impresionante en el valle de la Demanda rodeado de bosques, sobre todo con la luz crepuscular que hace que el lugar tenga una encanto especial al atardecer. El origen de este monasterio es del siglo X, con la construcción de una pequeña iglesia, aunque posteriormente en el siglo XVI  se construyo la hospedería. Es un sitio muy recomendable para visitar, aunque no te hospedes en él, ya sea para disfrutar de las vistas o para realizar alguna ruta de senderismo que se inician desde aquí.






 

El último día de nuestro viaje teníamos por objetivo visitar el Monasterio de Yuso, para posteriormente dirigirnos al pueblo Ezcaray. 

Si la belleza del paraje donde se encuentra el monasterio era impresionante al atardecer, con la luz diurna era igual de impresionante.



Antes de dirigirnos a San Millán de la Cogolla debemos rellenar los depósitos de las motos, para lo cual debemos retroceder sobre nuestros pasos por la LR-113 hasta la Venta de Goyo donde desayunamos y repostamos. El camino hacia San Millán de la Cogolla lo disfrutamos muchísimo por la LR-113 donde no dejas hilvanar curvas.

Ya en San Millán visitamos el Monasterio de Yuso, que nos viene bien para relajar las intensos días de moto habíamos vivido los días anteriores.








El siguiente objetivo es dirigirnos al pueblo de Ezcaray, donde comeremos y decidiremos si subimos a al alto de la Cruz de la Demanda o visitar la estación de Valdezcaray



Mientras visitamos Ezcaray y compramos algún recuerdo culinario, un paisano motero nos aconsejar visitar el alto de la Cruz de Demanda. Como no hay nada mejor que seguir los consejos de los oriundos, así que después de comer nos dirigimos Zaldierna por la LR-415, donde se inicia recorrido al lado del rio Oja. Según vamos cogiendo altura la carretera va volviéndose más enrevesada y el asfalto mas quebradizo, con lo que debemos ir cuidado, ya que cualquier error podría ser fatídico.


Ya en el alto se respira una paz increíble, y donde podemos ver toda la Sierra de la Demanda. Desde el mismo alto sale un pista de tierra que te lleva a la estación de Valdezcaray, que aunque dudamos si cogerla, decidimos volver sobre nuestros pasos para volver a Madrid en mi caso, y en el caso de Alberto al Pais Vasco.







Después de descender del Alto de La Demanda nos dirigimos a Ezcaray para tomar la LR-111 dirección a Pradoluengo, donde me despido de Alberto, ya que el toma dirección al País Vasco mientras yo vuelvo a Madrid.

Ya que voy con tiempo en vez de ir directo a Madrid  por la A-1 tomo la BU-820 hacia Pineda de la Sierra. Aunque el cielo se empieza  a nublar el cielo y caen las primeras gotas, no dejo de disfrutar del paisaje de esta sierra desconocida por mi.






Después de tomar un café en Pineda de la Sierra prosigo el viaje por Santo Domingo de Silos, precioso pueblo famoso por su monasterio y su iglesia. La pena no poder visitarlo con más tiempo, porque merece la pena perderse por su calles.







El tiempo se me echa encima y debo tomar el camino mas corto a casa, con lo que cojo la A-1 en Aranda del Duero. 




Con la sensación haber disfrutado de forma intensa estos 3 días con una gran compañía como ha sido la de Alberto y de una zona no muy visitada, pero de una gran belleza, me vuelvo a casa con ganas de más. 

Esperemos que la pandemia nos de una tregua y el año que viene podamos seguir viajando.

Texto y fotos: Roberto Pendolero



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