Este año se cumplía el XI aniversario el encuentro de BMW Riders y a pesar que las predicciones meteorológicas no eran buenas para el fin de semana de 6, 7 y 8 de septiembre en los Pirineos ni en media España, a pesar de todo José Ramón y el que suscribe nos propusimos ir.
No disponíamos de mucho tiempo, ya que Jose Ramón debía de estar de vuelta ese mismo sábado 8 en Madrid. Decidimos salir el viernes 7 a primera de la tarde y así poder madrugar y disfrutar del ambiente de la Riders y si se podía probar alguna de las motos que ponía a nuestra disposición BMW, ¿quizás la nueva GS o GT? ya veríamos.
Aunque el viaje hasta Formigal lo realizamos sin ninguna incidencia, pero cuando llegamos a los pirineos al anochecer empezó a llover, lo cual hizo que tomáramos más precauciones en nuestra conducción hasta llegar al precioso pueblo Sandiniés, donde nos hospedamos en el pequeño hotel Casa Pelentos.
Al día siguiente nos levantamos con el día tan encapotado como nos acostamos, pero disfrutando de unas vistas impresionantes del valle de Tena. Los truenos no dejaban de sonar mientras degustábamos el desayuno y nos preguntamos si el tiempo nos permitirá disfrutar de la Riders.
Después del desayuno nos dirigimos a la estación de Formigal, aunque llueve intermitentemente, vamos con ganas de ver el ambiente que se respiraba. Llegamos a eso de las 09:30 y no había demasiada gente, lo cual nos da tiempo para a dar una vuelta tranquilamente para ver los diferentes stands y por supuesto poder reservar alguna moto para probar.
Jose Ramón va con la idea de la GT 1600 y yo voy con la idea de la nueva GS refrigerada por aire, desgraciadamente todas las GT están reservadas hasta el domingo, así que finalmente reservamos 2 GS para las 12:00. Perfecto.
Según pasa la mañana el ambiente mejora y la gente empieza a llegar a la estación de ski. Aunque el tiempo no mejora, no es impedimento para que se llene y se respire el ambiente de lo que es una concentración de la Riders. Nos encontramos con grandes viajeros como son McBauman y Raúl Calvo (Lone Wolf) que últimamente han realizado los retos de recorrer toda Europa e ir al Cabo Norte en invierno respectivamente .
Por fin, llega la hora de probar la nueva GS y solo por la cara de la gente que acaba de montarla promete la experiencia. Lo primero que notas al montar es la calidad de los materiales, algo normal en BMW. La situación de algunos mandos han cambiado como son los interruptores de lo intermitentes, que ahora son controlados con un solo botón en la mano izquierda. También me llama la atención que el nuevo cuadro de instrumentos con el ordenador de a bordo trae más información que la que ofrece mi GS del 2007. En cuanto te pones en marcha se nota tanto la mejora en suavidad de las marchas como del motor y como empuja desde muy bajas revoluciones. En fin, una experiencia muy buena a pesar de solo poder disfrutarla 10 minutos y con lluvia.
Después de bajarnos de las motos comentamos nuestras experiencias encima de la GS, mientras degustamos unos buenos bocatas de lomo. Finalmente nos despedimos, por este año de la Riders esperando volver el año que viene y poder probar alguna nueva moto, ¿quizás una RT refrigerada por agua?
Jose Ramón debe regresar a Madrid para estar allí por la tarde, pero yo aprovecho para conocer la zona del Maestrazgo, para lo cual me dirijo hacia Cantavieja donde pienso dormir y volver al día siguiente a Madrid por la serranía de Cuenca. Nos separamos en Zaragoza y me dirijo por la A-68 hacia Hijar, pero un despiste hace que me pase el desvío a Albalazate del Obispo, por tanto debo coger el siguiente desvío al pueblo de Andorra para llegar a Ejulve, para llegar a las estribaciones del Maestrazgo.
El terreno empieza a ser más escabroso, y se notan aún las marcas del grave incendio sucedido en el 2009 donde se quemaron más de 7.000 hectáreas. El asfalto no es bueno, pero no llevo prisa y disfruto del paisaje parándome hacer fotos y respirar un poco de aire puro. Al poco de proseguir mi camino sorpresa!!! el asfalto mejora notablemente, no hay tráfico, así que me toca disfrutar de la carretera.
Después del desayuno nos dirigimos a la estación de Formigal, aunque llueve intermitentemente, vamos con ganas de ver el ambiente que se respiraba. Llegamos a eso de las 09:30 y no había demasiada gente, lo cual nos da tiempo para a dar una vuelta tranquilamente para ver los diferentes stands y por supuesto poder reservar alguna moto para probar.
Jose Ramón va con la idea de la GT 1600 y yo voy con la idea de la nueva GS refrigerada por aire, desgraciadamente todas las GT están reservadas hasta el domingo, así que finalmente reservamos 2 GS para las 12:00. Perfecto.
Según pasa la mañana el ambiente mejora y la gente empieza a llegar a la estación de ski. Aunque el tiempo no mejora, no es impedimento para que se llene y se respire el ambiente de lo que es una concentración de la Riders. Nos encontramos con grandes viajeros como son McBauman y Raúl Calvo (Lone Wolf) que últimamente han realizado los retos de recorrer toda Europa e ir al Cabo Norte en invierno respectivamente .
Por fin, llega la hora de probar la nueva GS y solo por la cara de la gente que acaba de montarla promete la experiencia. Lo primero que notas al montar es la calidad de los materiales, algo normal en BMW. La situación de algunos mandos han cambiado como son los interruptores de lo intermitentes, que ahora son controlados con un solo botón en la mano izquierda. También me llama la atención que el nuevo cuadro de instrumentos con el ordenador de a bordo trae más información que la que ofrece mi GS del 2007. En cuanto te pones en marcha se nota tanto la mejora en suavidad de las marchas como del motor y como empuja desde muy bajas revoluciones. En fin, una experiencia muy buena a pesar de solo poder disfrutarla 10 minutos y con lluvia.
Después de bajarnos de las motos comentamos nuestras experiencias encima de la GS, mientras degustamos unos buenos bocatas de lomo. Finalmente nos despedimos, por este año de la Riders esperando volver el año que viene y poder probar alguna nueva moto, ¿quizás una RT refrigerada por agua?
Jose Ramón debe regresar a Madrid para estar allí por la tarde, pero yo aprovecho para conocer la zona del Maestrazgo, para lo cual me dirijo hacia Cantavieja donde pienso dormir y volver al día siguiente a Madrid por la serranía de Cuenca. Nos separamos en Zaragoza y me dirijo por la A-68 hacia Hijar, pero un despiste hace que me pase el desvío a Albalazate del Obispo, por tanto debo coger el siguiente desvío al pueblo de Andorra para llegar a Ejulve, para llegar a las estribaciones del Maestrazgo.
El terreno empieza a ser más escabroso, y se notan aún las marcas del grave incendio sucedido en el 2009 donde se quemaron más de 7.000 hectáreas. El asfalto no es bueno, pero no llevo prisa y disfruto del paisaje parándome hacer fotos y respirar un poco de aire puro. Al poco de proseguir mi camino sorpresa!!! el asfalto mejora notablemente, no hay tráfico, así que me toca disfrutar de la carretera.
Uno de mis objetivos en este viaje era conocer el monumento natural de Los órganos de Montoro, un conjunto de rocas calizas que datan del periodo Cretácico. Impresionan ver su altura dando la sensación que se fuesen a caer encima de uno.
Después de disfrutar de este paisaje natural, me encuentro cansado y el cielo amenaza lluvia, con lo que me dirijo con celeridad a Villarluengo un pueblo precioso que se encuentra encima de un espolón al borde de un barranco.
Después de 350 km llego a Cantavieja donde tengo reservado una habitación en una pensión. Tengo suerte y me dejan meter la moto en el garaje que da a la entrada de la casa. Me ducho y me doy una vuelta antes de cenar por este pequeño pueblo medieval, que fue una antigua capital del Maestrazgo relacionada con la Orden del temple y declarado Conjunto Histórico Artístico en 1981.
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Al día siguiente madrugo y salgo dirección a Teruel, atravesando 4 puertos de montaña por la carretera A-226 que para empezar el día no está nada mal. Primeramente subo el puerto Cuarto Pelao separa a Fortanete de Cantavieja, después viene el puerto de Villarroya me lo encuentro de llegar Villarroya de los Pinares. El siguiente es el puerto de Sollavientos entre Villarroya de los Pinares y Allepuz y finalmente el puerto de Cabigordo antes de llegar a Teruel.
Las previsiones del tiempo no era malas aunque podía algún "chaparroncillo" así que atravieso Teruel, para dirijirme a Albarracín con la idea de visitar tanto el nacimiento del rio Tajo y el del rio Mundo y atravesar la Hoz de Beteta.. En Albarracín me paro a tomarme un cafe y a disfrutar de este precioso pueblo que te da la bienvenida a la sierra que lleva su propio nombre Sierra de Albarracín.
La siguiente parada es el nacimiento del Rio Tajo que se encuentra pasado el pueblo Frías de Albarracín, el tiempo empieza a revolverse y amenaza lluvia y empiezan a caer las primeras gotas.
A partir de este momento el tiempo se complica, llueve con mayor intensidad, aunque el asfalto está en muy buen estado empiezo a tomar precaución en mi conducción. Atravieso el puerto de El Cubillo y la lluvia va a más, no me cruzo con ningún coche durante bastantes kilómetros, algo normal con este tiempo a quien se le ocurriría ir a la sierra con la que estaba cayendo. Viendo el estado de la carretera y la lluvia que no dejaba de caer, cambio mis planes y me dirijo a Cuenca por el Huélamo, en vez de ir a la Hoz de Beteta y visitar el nacimiento del Río Cuervo.
Las vistas de la Serranía de Cuenca son espectaculares y no me resisto a parar para hacer fotos. La lluvia no impide que disfrute del recorrido, aunque no dejo de pensar cuando parará para poder relajarme algo en la conducción.
Después de una parada en el embalse de Toba parece que empieza a dejar de llover hasta que llego al Ventano del Diablo donde el cielo se encuentra despejado, aunque en el asfalto se nota que la tormenta acaba de pasar por allí.
Las vistas de la Serranía de Cuenca son espectaculares y no me resisto a parar para hacer fotos. La lluvia no impide que disfrute del recorrido, aunque no dejo de pensar cuando parará para poder relajarme algo en la conducción.
Después de una parada en el embalse de Toba parece que empieza a dejar de llover hasta que llego al Ventano del Diablo donde el cielo se encuentra despejado, aunque en el asfalto se nota que la tormenta acaba de pasar por allí.
Me paro en el Ventano del Diablo, que hacia años que no lo visitaba, y disfruto de sus vistas impresionantes. Aprovecho a quitarme el traje de agua, como estoy cansado y se me echa la hora de la comida, decido parar a comer pasado Cuenca y proseguir mi viaje hacia Madrid directo por la autovía A-40.
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Finalmente llego a Madrid cansado, pero con la sensación de haber cumplido con los objetivos que me había planteado para el viaje, que eran probar en la BMW Riders la nueva GS y conocer la zona del Maestrazgo y más en concreto el monumento natural de Los órganos de Montoro. La pena es que José Ramón no hubiera podido acompañarme todo el fin de semana, pero a veces viajar solo ayuda a reencontrarse con uno mismo y saborear el camino con más pausa, ya que los objetivos te los pones tu mismo.
Roberto Pendolero.
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Finalmente llego a Madrid cansado, pero con la sensación de haber cumplido con los objetivos que me había planteado para el viaje, que eran probar en la BMW Riders la nueva GS y conocer la zona del Maestrazgo y más en concreto el monumento natural de Los órganos de Montoro. La pena es que José Ramón no hubiera podido acompañarme todo el fin de semana, pero a veces viajar solo ayuda a reencontrarse con uno mismo y saborear el camino con más pausa, ya que los objetivos te los pones tu mismo.
Roberto Pendolero.
1 comentarios:
Muy buenas fotos y gran crónica. Precioso itinerario que elegiste para la vuelta.
En la BMWRIDERS lo pasamos muy bien y a pesar de la lluvia buen ambiente motero.
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